Está claro que el 'Expreso de Cardiff' no atraviesa su mejor momento en el Real Madrid. En esta temporada ha vuelto a dejar dudas sobre su rendimiento, muy irregular, y en Butarque vivió otro episodio para olvidar.
Gareth Bale fue suplente y mostró un gesto serio durante todo el encuentro desde el banquillo. Minutos después de comenzar la primera mitad, 'Zizou' le mandó a calentar, pero el cambio tardó demasiado en realizarse.
Tanto fue así que el ex del Tottenham llegó a estar cerca de media hora realizando ejercicios sobre la banda y esperando a que el técnico blanco le llamara para quitarse el peto y saltar al campo con el objetivo de culminar la remontada.
Pero la victoria blanca no acabó llegando y él tampoco tuvo posibilidad de ayudar al equipo a buscarla, pues entró al terreno de juego en el 81' para sustituir a Marco Asensio y, lógicamente, en nueve minutos más el añadido tuvo tiempo para poco.
Aunque Gareth completó los dos primeros partidos del Madrid con Zidane al mando (Celta y Huesca), el técnico francés lleva tres jornadas sin otorgarle los 90 minutos, pues ante Valencia y Leganés fue suplente y contra el Eibar, acabó sustituido en el 77'.