Aunque Banega terminó de liquidar el partido en los minutos finales, Baptistao y su conducción fueron protagonistas en el Sánchez Pizjuán, una plaza en la que es difícil torear.
Quique Sánchez Flores cuenta con un delantero incisivo, que de tres oportunidades que tuvo aprovechó una. El atacante también fue el líder de su equipo, al que se aferraban sus compañeros.
El Espanyol se mostró muy sólido en defensa, cerrando la puerta con el 1-1 en el luminoso. Los jugadores interiorizaron bien la idea de su técnico y no perdieron los papeles en ningún momento.
Y es que no es nada fácil puntuar en el feudo del Sevilla. El año pasado, cayeron derrotados por 6-4 y, aunque Berizzo hizo rotaciones en el equipo, el cuadro 'perico' arrancó la Liga con buenas sensaciones.