Argentina se había llevado un susto cuando Sudáfrica empató el partido, pero el penalti y la expulsión de Phillips cambiaron el escenario. Argentina volvía a estar por delante en el marcador y empezó a jugar más cómoda.
En el minuto 71, esa comodidad cristalizó en una auténtica genialidad. Julián Álvarez se la puso a Ezequiel Barco en el área sudafricana y este optó por hacer el más difícil todavía.
Cualquier otro hubiera controlado el balón, regateado al central y disparado a continuación, pero no. Barco le pegó según le venía, y se sacó de la chistera un golazo inapelable ante el que nada pudo hacer Kubheka.
25 de mayo de 2019
Argentina ganó 5-2 finalmente a Sudáfrica, con unos últimos cinco minutos de auténtica locura.