Después de ir perdiendo desde el minuto 12 de partido, Kaplenko obró el milagro en el 88' dando lugar a un estado de verdadera ocura en la bancada visitante.
Varios de los ultras que acompañaron al equipo a Letonia se saltaron entonces al campo, muchos de ellos embriagados por la emoción del momento.
Fue cuando empezaron a desarrollarse las primeras peleas con el 'staff' de seguridad, convirtiendo el terreno de juego en una batalla campal.
Tras varios minutos de tensión sobre el césped, varios de los asaltantes decidieron volver a sus localidades en la grada sin mayor problema aparente.
12 de julio de 2019