Como si de 'los intocables de Eliot Ness' se tratara, hay jugadores en el vestuario de Argentina que son indiscutibles, más que por sus méritos deportivos, por la cercania que tienen con Messi y porque, teóricamente, ayudan a la comodidad del gran ídolo argentino.
Uno de los grandes pecados de Bauza según la prensa argentina es haberse plegado al jugador del Barcelona. Tras la dura derrota en la Copa América Centenario, muchos jugadores se unieron a Messi en su adiós a la Selección. Pareció el fin a medias de una generación que había alcanzado tres finales, una de ellas del mundo, pero sin suerte en ninguna de ellas.
Agüero, Mascherano, Romero, Higuaín, Di Maria... hubo muchos señalados que no rompieron su vínculo con la Albiceleste por el regreso de Messi, que quiso intentarlo una última vez con el Mundial de Rusia.
Pero los resultados y la imagen del equipo, que pese a las finales conseguidas nunca deslumbró, han metido a Argentina en un callejón sin salida camino del Mundial. Sobre todo tras la sanción de Messi.
Y ahora vuelven las voces que reclaman aires nuevos a una Selección que por extraños motivos no quiere contar con jugadores que brillan en Europa como Icardi o el 'Papu' Gómez, u otros que cuajan en Argentina y que merecen una oportunidad que no les llega, caso de Centurión o el 'Pity' Martínez.
Argentina podrá llegar al Mundial, algo bastante plausible vía repesca, pero mantendrá el mal de fondo que le ha condenado todos estos años. Cada derrota fue un puñal para una generación desgastada, que apenas se ha apoyado en Dybala para oxigenar un grupo viciado por el maltrato de su prensa y el peso de una camiseta que vivirá eternamente a la sombra del 86.