No hay quien pueda con Bélgica. El equipo de Roberto Martínez ha presentado sus credenciales para la próxima Eurocopa y es un huracán que asusta. Imposible hacer mejor una clasificación durante los diez partidos.
Porque todos se han saldado con victoria y han sido 30 puntos de 30 posibles, por lo que no iba a ser menos ante Chipre. Fue una fiesta en la que participaron todos, hasta un desaparecido Yannick Ferreira Carrasco en los últimos meses.
Chipre se atrevió a ponerse por delante después de que Venaken, Carrasco y De Bruyne (con un disparo al larguero) perdonaran. La alegría le duró poco al cuadro chipriota por el gol de Ioannou, que hizo la guerra por su cuenta dejando rivales atrás como si todo fuera demasiado fácil-
Pero Benteke remató un rechace a disparo de Carrasco que quedó muerto, provocando ya el despertar de un gigante que hizo pequeña Chipre. Hazard se disfrazó de asistente, y eso que rozó el gol en varias ocasiones.
Mignolet se estiró para decirle a De Bruyne que esto había que cerrarlo, y el centrocampista respondió. Doblete del jugador del Manchester City, el primero fue con ayuda del portero de Chipre y el segundo tuvo una bella factura.
Antes del descanso, Hazard resucitó a Carrasco y coloó el cuarto de la noche. El extremo ex del Atlético de Madrid llevaba un año sin marcar un gol en un partido oficial.
La segunda parte continuó con el mismo guion y a Chipre le pudo caer casi que el doble. Otra vez, Carrasco se las vio con la madera y Chistofourou tuvo la mala suerte engordar la cuenta con un gol en propia.
Poco después de la hora de partido, Benteke cerró la goleada y el pase totalmente limpio de un Bélgica que es un huracán.