Da igual el rival, da igual la goleada. Lo importante del primer amistoso del Borussia Dortmund fue la promesa de que este año también puede ser muy ilusionante. Porque a los primeros latigazos de Erling Haaland se unió la luz que trae Jude Bellingham.
El por ahora fichaje estrella del equipo de Favre debutó, y lo hizo a lo grande. Con galones, prometiendo ser rebelde y dejándose ver. El inglés se mostró líder y, aunque no marcó, dejó una asistencia de tacón como regalo para los resúmenes de televisión.
Un pase que ejecutó Haaland, que ha comenzado hambriento el curso. Hizo un doblete y dio una asistencia en tan solo 45 minutos. El noruego, que ha llegado con el '9' en fundado a la espalda, volvió a demostrar en el campo el porqué.
La goleada, con tres tantos en cada parte, tuvo protagonismo coral, pues Favre prácticamente hizo dos equipos diferentes. Reyna, el gran socio de Haaland, se unió a su fiesta con el otro tanto hasta el descanso.
Tras ello, Hazard, de penalti, Emre Can y Brandt, este ya con el tiempo cumplido, redondearon una tarde prometedora del Borussia, que se divirtió ante un SC Rheindorf Altach incapaz de capear el temporal.