La vida de Nicklas Bendtner ha cambiado mucho desde hace años. Detenciones, alcohol, una resurrección... Una carrera deportiva llena de excentricidades que todavía no ha acabado.
Hace varios meses fue arrestado por propinarle un puñetazo a un taxista en la mandíbula. El jugador fue condenado a 50 días de prisión, aunque no irá a la cárcel.
Según apunta 'Fotbollskanalen', el futbolista de 29 años cumplirá su condena en su domicilio, siendo controlado con un aparato electrónico. Aunque podrá seguir compitiendo.
El acuerdo alcanzado con las autoridades judiciales hace que el delantero pueda ir a entrenar y a disputar los partidos con el Rosenborg. Ahora mismo está en un momento sublime.