El Real Madrid cumplió con los pronósticos y se acerca a los octavos de final de la Champions, aunque su transitar por la fase de grupos sigue sin disipar dudas. Un doblete de Benzema fue suficiente para amarrar los tres puntos en uno de los peores partidos de la temporada de los blancos. El Shakhtar mejoró mucho la versión dada en Kiev, pero tampoco le dio por puntuar ante un equipo al que amargó hace un año casi sin quererlo.
El 0-5 de Ucrania dibujó un encuentro cómodo en Madrid para el equipo de Carlo Ancelotti. El técnico, que le dio la entidad que correspondía al choque, apostó por un once de gala que empieza a mostrar evidentes síntomas de cansancio y agotamiento mental.
Los blancos dominaron de salida y luego jugaron al trantrán, con cierta indolencia y dando alas a un Shakhtar que demostró que sabe jugar. Defender ya es otra cosa. Los de Roberto De Zerbi mantuvieron su planteamiento ofensivo en el Bernabéu. Pudieron adelantarse con un tiro que se estrelló en la madera, aunque Trubin, protagonista, también tuvo trabajo de salida. El meta evitó un 1-0 cantado de Modric con una mano sensacional en el área pequeña.
El Madrid se encontró con su gol 1.000 en la Copa de Europa casi sin saber ni cómo. Una cosa es tener problemas para defender y otra lo de Marlon en el 1-0. El central no controló un pase ya de por sí temerario de Trubin y Vinicius fue el más listo de la clase para regalarle a Benzema el sello de una diana histórica.
La ventaja no hizo ningún bien al Madrid, que se creyó tan superior como en Ucrania. Los blancos entregaron la iniciativa, primero, el balón, después, y hasta las ganas a los ucranianos. Confiaban en sentenciar en una contra que nunca llegó en el primer tiempo. En cambio, el Shakhtar fue creciendo hasta merecer el empate. Avisaron Mudryk y Fernando y lo logró el brasileño en una acción plagada de plasticidad. Bajó el balón con el pecho Alan Patrick y fusiló el punta a Courtois ante el despiste de Alaba y el agujero que dejó Militao a su espalda.
Los de Ancelotti, que exhibía un cabreo importante, llegaron al descanso ondeando bandera blanca: salvó Courtois un zurdazo fantástico de Fernando que mereció el 1-2 con el tiempo casi cumplido.
Las cosas no mejoraron tras la 'Ancelottina', aunque al menos la intención era otra tras el descanso, con Lucas y Vinicius de protagonistas. Daba la sensación de que la mayor calidad de los locales iba a ser suficiente para decidir el partido y así fue, pues el 2-1 fue un gol fantástico. Apareció Vini por la derecha, le dejó un precioso balón de tacón Casemiro y se la entregó el extremo a Benzema, quien no perdonó de primeras para hacer el 2-1.
A diferencia de Ucrania, el Shakhtar no se desangró con el bajón anímico del tanto del galo. Dodô puso un centro peligrosísimo que no encontró rematador, Stepanenko buscó la escuadra desde la frontal... Los de De Zerbi no se rendían y avisaban de cara al final, que pudo hacer caer el partido para cualquier lado.
Benzema merodeó el 'hat trick' antes de irse tocado y sustituido por un inoperante Jovic y Sudakov exigió a Courtois, el mejor del Madrid, ya en el añadido y con medio Bernabéu pidiendo la hora. No fue la victoria más brillante, pero sí una que pone a los de Ancelotti a un triunfo en Tiraspol de los octavos de final. Los blancos, que incluso fueron pitados por su afición durante el choque, están obligados a mejorar ante el Sheriff una versión que en casa contra el Shakhtar fue de aprobado raspado.