Pudo pasar de todo y pasó un empate en el enfrentamiento de la jornada 39 de Segunda División entre el Almería y el Albacete. Los andaluces fueron general y hasta descaradamente superiores, sobre todo en ciertos tramos, pero pecaron tanto de imprecisión que incluso pudieron acabar perdiendo el partido.
Bernabé también tuvo mucho, muchísimo que ver con ello. El cancerbero le quitó el sitio a Tomeu Nadal como apuesta personal de Fran Noguerol y, en el césped de los Juegos del Mediterráneo, se ganó de sobra la titularidad para lo que queda de temporada. Interceptó, paró, salió, blocó, salvó y, lo más importante, amargó a Umar Sadiq.
El delantero estrella de los 'indálicos' no encontró el camino del gol por mucho que insistiera. O se topaba con el inspirado portero rival, o se veía en fuera de juego o fallaba manos a manos que, en otras ocasiones, ha resuelto con elegante maestría. El gol lo tuvo que aportar Lazo tras un jugadón desde la banda que evidenció lo débil de la defensa manchega.
Y es que el Albacete fue a remolque casi siempre. La efectividad de Ortuño sirvió para adelantarse en el marcador (minuto 19) tras un pase en largo de Bernabé que Cuenca no calculó bien y que el '19' definió a la perfección, pero el equipo se descosía atrás en cuanto el Almería trazaba balones filtrados o desequilibraba con sus especialistas en el regate.
En una de las propuestas en este último sentido, Lazo aprovechó un mal pase atrás de Dani Torres para romper a Javi Jiménez y batir a Makaridze de un zapatazo a la escuadra. Lo curioso fue que el elenco de Rubi no encontrara más maneras de entrar en una línea de zagueros en la que las grietas no eran pocas.
Esto se hizo todavía más evidente después de que Álvaro Peña fuera expulsado en la segunda mitad. Tras una falta leve, el colegiado le indicó que le había escuchado decir algo -quizá insultó al linier- y lo mandó a los vestuarios, lo que puso fin a esos momentos en los que los 'blanquillos' tontearon con llevarse los puntos de los Juegos.
Un testarazo de Fran García que tuvo que detener Makaridze, un gol anulado por fuera de juego de Diamanka... el Albacete olió el triunfo cuando la frustración andaluza -fue tal que Sadiq terminó el partido peleado con Brian Rodríguez por querer chutar él una falta- se tornó en locura, pero careció de la consistencia que el Almería exhibió -trascendental Morlanes, la vértebra maestra del equipo- y cosechó un punto para seguir viviendo por la salvación.