En un partido con un nivel muy discreto, Bernardeschi fue la única buena noticia en cuanto juego y goles. El extremo fue objeto de penalti y él mismo lo convirtió.
A Bernardeschi no le tembló el pulso a pesar de que era el 92 de juego. El Chievo, que soñó hasta el final con eliminar a la Fiore, se quedó con cara de tonto.
En cuartos de final de la Coppa Italia se encontrarán Fiorentina y Nápoles. Gran duelo.