No pasará este Betis-Deportivo a los anales del fútbol. Se midieron dos equipos en situaciones adversas. Los verdiblancos llegaron tras la paliza del Camp Nou; los deportivistas iniciaron su nueva vida sin Lucas Pérez.
Poyet movió piezas y desplegó un Betis bastante más ofensivo del que sacó en el Camp Nou, a pesar del naufragio que se vivió en el territorio culé. Pronto Sanabria tomó los mandos del ataque ante la timidez de Rubén y Joaquín.
Y eso que la primera ocasión fue para el Deportivo, pero entre la defensa y Adán se encargaron de frustrar el remate de un Mosquera que, tras una falta lateral, ya se veía festejando el gol.
Sanabria fue la mejor noticia bética en la primera mitad. Buenos movimientos, nula definición. Joaquín supo encontrarle antes del descanso, pero al delantero paraguayo se le apagaron las luces.
Más fútbol, cero gol
Tras la reanudación, y después de que Andone la tirara fuera cuando lo tenía todo a favor para abrir la lata desde el corazón del área, el Betis intentó volcarse sobre el área gallega.
Ante la efusividad verdiblanca, el Deportivo, fiel a la filosofía Garitano, vivió cómodo alrededor de Lux. Un disparo de Durmisi fue lo poco que inquietó al meta argentino.
El Betis sacó bandera blanca y el Dépor disfrutó de una última ocasión en la cabeza de Borja Valle. El partido murió como empezó. Entretanto, fuegos de artificios y bostezos en las gradas.