El bicentenario profesional de Haaland: sus números, superiores a los de Mbappé

Con tan solo 22 años, Erling Haaland es ya una auténtica superestrella. El actual futbolista del Manchester City explotó en la temporada 2019-20 y desde entonces no ha parado de brillar. Su trayectoria, pese a su corta edad, es ya bastante dilatada y este pasado fin de semana, en el derbi frente al Manchester United, el noruego afrontó un encuentro de lo más simbólico.

Más allá de la gran rivalidad ciudadana, su primer choque frente a los 'red devils' supuso su partido número 200 como profesional entre los diferentes clubes en los que ha militado y su combinado nacional. Aprovechando este bicentenario, BeSoccer Pro ha repasado al detalle las cifras de un Haaland que va camino de hacer historia en el mundo del fútbol.

Contando ya el duelo frente al United, el delantero acumula un total de 200 encuentros, correspondiendo la mayoría de los mismos a su etapa en el Borussia Dortmund. Es el conjunto germano el que más ha podido disfrutar hasta ahora de Erling Haaland, que defendió la camiseta del cuadro de la cuenca del Ruhr en un total de 89 ocasiones desde su llegada a mitad de la campaña 2019-20 hasta el final del curso 2021-22.

Hasta 50 partidos acumuló con el club que le hizo debutar a nivel profesional: el Molde. Desde la temporada 2016-17 hasta la 2018-19, el atacante militó en uno de los grandes clubes de su país en el que fue el paso previo a su salto al Salzburgo. El equipo propiedad del Red Bull se hizo con sus servicios, aunque solo pudo estar allí curso y medio antes de que el Borussia se hiciera con sus servicios. En ese tiempo, Haaland vistió la elástica del conjunto austriaco en 27 ocasiones.

A nivel de clubes, el resto de partidos de su trayectoria se encuentra en su vigente paso por el Manchester City, con el que ha completado su duelo número 11 frente al Manchester United. Para llegar a los 200 partidos profesionales que acumula tras el derbi, faltarían por añadir sus 23 apariciones con la Selección de Noruega, de la que es el referente absoluto.

Dejando a un lado sus apariciones, si por algo destaca Haaland es por su insultante facilidad para generar goles de cualquier manera imaginable, ya sea marcando o asistiendo a sus compañeros. Su olfato anotador es algo innato y lo ha ido demostrando con una frecuencia inusitada a medida que han pasado los años. En sus inicios con el Molde, al hijo de Alf-Inge Haaland le costó arrancar, aunque terminó su etapa en la entidad con 20 tantos (0.40 por duelo disputado), a los que añadió 5 asistencias (0.10).

Mucho mejor le fue al pasar al Salzburgo, en el que anotó 29 tantos (1.07) y repartió otros 5 pases de gol (0.19). Superó la unidad de goles por partido, algo que casi iguala en el Borussia Dortmund. La exigencia subió en el club alemán, pero eso no repercutió en sus números, tal y como demostró con los 86 tantos anotados (0.96) y las 19 asistencias (0.21) que dio.

Unas proporciones altísimas que amenaza con pulverizar en el Manchester City, ya que acumula la friolera de 17 dianas en los 11 choques que suma con el cuadro del Etihad Stadium (1.55 por partido), al margen de sumar 3 asistencias (0.27). Mientras tanto, con el combinado nacional también roza la media del gol por partido gracias a sus 21 tantos (0.91), con 3 pases decisivos (0.13) a sus compañeros. En total, haciendo la suma, Haaland acumula 173 goles y 35 asistencias en 200 choques, con 37 dobletes y 13 'hat tricks' (a los que suma 2 pókers. Registros de otra galaxia.

El cara a cara con Mbappé: mejores números individuales, peor balance colectivo

Sus extraordinarios números en lo que lleva de carrera profesional invitan a compararlo con la otra gran estrella de presente y futuro del mundo del fútbol: Kylian Mbappé. El jugador del Paris Saint-Germain está llamado a ser la gran némesis generacional del noruego. Algo mayor que él (el de Bondy cuenta con 23 años), el bagaje en la élite de Mbappé es mayor, aunque sus cifras en su bicentenario al máximo nivel son inferiores.

El delantero francés llegó a los 200 encuentros en la élite defendiendo las camisetas de PSG, Mónaco y la Selección Francesa. La mayoría de estos choques fueron con el conjunto de la Ciudad de la Luz (106), siendo una menor parte con la entidad del Principado (60) y el combinado nacional (34).

A lo largo de sus primeros 200 duelos como profesional, Mbappé alcanzó unas cifras de 118 goles (con 16 dobletes, 5 tripletes y un póker) y 55 asistencias, interviniendo de manera directa en 173 anotaciones. Su rendimiento en el PSG fue muy bueno en ese periodo (78 goles y 37 pases decisivos), mejorando lo realizado en el Mónaco (27 dianas y 10 asistencias) y con 'Les Bleus' (13 y 8).

En general, Kylyan presentó unos números extraordinarios en este bicentenario, pero inferiores a los de un Erling Haaland que, pese a dar 20 asistencias menos, logró marcar hasta 55 tantos más. Esta diferencia se aprecia más a nivel de promedios, tanto a nivel goleador (0.87 contra 0.59) como en cuanto a intervención directa en tantos por partido (1.04 a 0.85). Además, mirando la relevancia de los tantos, observamos que Haaland fue capaz de marcar el primer gol en el 20% de los encuentros, mientras que la cifra del galo se queda en el 15%.

Eso sí, quizá por no militar en un cuadro tan dominante a nivel nacional como lo es el PSG, el delantero noruego presenta un balance de resultados inferior al de Mbappé. Haaland, a lo largo de su carrera al máximo nivel, ha logrado un 63.50% de victorias; con un 11% de empates y un 25.50% de derrotas. Mientras tanto, el galo presenta un 70.50% de triunfos (75.47% en el equipo del Parque de los Príncipes), un 15% de tablas y solo un 14.50% de derrotas. Unos porcentajes que se ven adornados con la consecución de múltiples títulos locales  y, sobre todo, internacionales (Mundial y Liga de las Naciones), con Haaland pudiendo presumir de un palmarés colectivo mucho menor (solo 5 trofeos a nivel local, 4 de ellos en Austria). Ahora, en un equipo 'top' como el Manchester City, el noruego tiene una oportunidad fantástica en el presente y futuro de recortar terreno en el único aspecto en el que su némesis generacional le supera.