El almeriense unió con su interpretación a las dos hinchadas que se concentran en el estadio del Real Betis, que tras su última remodelación, inaugurada en el verano de 2017, ronda una capacidad de 60.000 localidades.
Ambos clubes han organizado en el sector donde se reúnen la mayoría de sus aficionados, los culés en la grada Sur y los ches en la Norte, unos tifos de apoyo a sus equipos y han repartido banderas que cambian radicalmente el habitual aspecto verdiblanco de los graderíos. Con este partido concluye el curso futbolístico 2018-19 en España.
La jornada transcurrió sin incidentes destacados, salvo unos disturbios entre hinchas radicales sucedidos la pasada madrugada y que se saldó con veintitrés detenciones por parte de la Policía Nacional y cinco agentes heridos leves.
El calor vivido en la capital andaluza en las horas centrales del día, con temperaturas que superaron los treinta grados, se rebajó conforme el sol caía, aunque la afición del Valencia tuvo la suerte de ocupar el graderío donde daba más sombra, lo que propició que ocupara antes sus asientos que los aficionados del Barcelona.