Después de la fuga de Jovic al Real Madrid por 60 millones de euros, el Eintracht hizo buena caja y trató de buscar a un recambio de garantías. Tras una larga búsqueda, Bas Dost fue el elegido.
El delantero del Sporting de Portugal cambió de aires y se marchó a Alemania para afrontar un nuevo desafío. El cuadro alemán reconoció, en boca de su director deportivo, que no lo tuvo nada fácil para traerlo.
"Como hicimos mucho dinero con varios traspasos, los clubes nos pedían grandes cantidades. El Sporting quería de 15 a 20 millones, pero bajó a siete millones cuando cerró el mercado de la Premier", aseguró a 'Sport1'.