En el fútbol, hay una serie de factores que deben ayudar para conseguir una victoria. En el Boca-Cruzeiro, el conjunto 'xeneize', que estuvo fino en las ocasiones que tuvo, contó además con la suerte, que acabó dejando de lado a los brasileños.
Tampoco hay que olvidarse de La Bombonera, que rugió de lo lindo para llevar en volandas a su equipo al triunfo. Desde el minuto 1 hasta el final, la afición argentina apretó y se convirtió en ese jugador número 12.
El partido arrancó con dos equipos que querían tener el balón, pero fue Boca quien llevó la manija del partido. Cruzeiro se limitó a esperar atrás para intentar salir a la contra en cualquier error de su rival, algo que no se dio en la primera mitad.
Conforme pasaron los minutos, el equipo brasileño intentó quitarse de encima la presión de jugar fuera de casa pero no pudo. En el 36', Zárate, muy activo, entró a escena y anotó un golazo con el exterior tras recibir un maravilloso pase de Pablo Pérez. Ese tanto afectó a los jugadores 'celestes', que se marcharon al descanso con cara de pocos amigos.
Tras la reanudación, los visitantes se pusieron las pilas y sí que inquietaron a Boca. De hecho, en el 48', Wilmar Barrios evitó un tanto en la misma línea de gol después del remate picado de Robinho y todos se abrazaron con el colombiano por lo que había hecho.
Del 1-1 se pasó al palo de Zárate. El ariete cogió el balón y lo estrelló en el poste tras un gran remate. Tras el susto, Cruzeiro se llevó un golpe muy duro en el 75'. Dedé cabeceó de forma involuntaria a Andrada y el cancerbero de Boca acabó maltrecho.
El árbitro, viendo la cantidad de sangre en la boca del ex de Lanús, pidió el VAR y expulsó de forma absurda al jugador de 'La Bestia Negra'. Eso ya dejó malherido a los de Mano Menezes, que recibieron el segundo en el 82'.
Pablo Pérez recibió un balón en la frontal y fusiló a Fábio, que no pudo hacer nada para evitarlo. 2-0 final y victoria para los de Guillermo, que se llevan una buena ventaja para Brasil.