Con el temple propio de los grandes futbolistas y ante un Maracaná lleno, Barco cogió el balón, lo puso en el punto de once metros y le dio el título a Independiente de Avellaneda de la Conmebol Sudamericana. Todo ello a pesar de que en el partido anterior había fallado otra pena máxima. No le pudo la presión a Barco.
La calidad del jugador argentino está fuera de toda duda. Desde los 16 años es un habitual en las alineaciones del 'Rojo', que ya llora su pérdida a pesar de haber recibido a cambio un total de 12 millones de dólares por sus servicios.
Independiente se lleva esa recompensa por apostar por él cuando nadie lo quería. Con 16 años dejó su vida en Villa Gobernador Gálvez para probar suerte en las inferiores de River Plate y Boca Juniors. Pero los dos grandes de Argentina le dijeron que no.
Fue entonces cuando Jorge Bernardo Griffa, responsable de las inferiores del conjunto argentino, le ofreció una oportunidad para ser futbolista profesional. Hoy, 492 días después, es una de las grandes promesas de Argentina y del fútbol mundial.