Nada mejor que un derbi para hacer reaccionar a un equipo. La Juventus, con cinco empates esta temporada, solventó el error ante el Benevento con una victoria ante el Torino que no se fraguó hasta los últimos minutos.
Echó de menos Cristiano a su socio Álvaro. Morata no estuvo, sancionado dos partidos, y Ronaldo no apareció en un encuentro que, en esta ocasión, no necesitó del portugués para ser decisivo.
Mereció más el Torino en el partido. Se marcha con las manos vacías un equipo que apretó las tuercas a Pirlo y que lloró al ver cómo Bonucci hacía el 2-1 cuando cualquiera se podía haber llevado el choque.
Todo ello en un partido en el que empezó por delante el Torino. Demasiado flojos estuvieron Bonucci y Bentancur para despejar y Nkoulou lo aprovechó para meter con el interior.
Le costó a la Juventus generar. No lo hizo apenas en la primera mitad y tampoco hasta la entrada de McKennie por Rabiot. Con el estadounidense, y el paso de los minutos, los 'bianconeri' remontaron.
Cuadrado fue clave en los dos goles, calcados. El primero, en un córner en corto que el colombiano colgó al primer palo, donde apareció McKennie para cabecear su primer gol con la camiseta de la Juventus.
El segundo, en una segunda acción tras un córner, acabó de nuevo con el balón en los pies de Cuadrado, pero en esta ocasión fue Bonucci, en el segundo palo, el que cabeceó a puerta.
Será un día complicado en 'casa Bonucci', pues el padre ha llevado los tres puntos a la Juventus a costa de su hijo, de ocho años, aficionado del Torino y que se queda sin nada.
Son 25 años de forma consecutiva los que el Torino no ha sido capaz de ganar en el 'derby della Mole' en casa de la Juventus. Y es que vencer al gigante 'bianconero' se ha convertido en misión imposible