El delantero hondureño castigó la laxitud defensiva de la zaga blanca, que protestaba una caída en el carril izquierdo. Sin oposición, el atacante se presentó frente a Keylor Navas.
Entretanto, el balón le cayó a Borja García que, con insultante facilidad, recortó el intento a la desesperada de Casemiro por evitar el disparo, y besó las mallas con un disparo ajustado.
Arrancó con ímpetu el Girona, asumiendo el protagonismo ante un Real Madrid que no logró tomarle el pulso al encuentro cuando ya había encajado el primer tanto.
Henchidos de confianza, los jugadores locales saltaron a Montilivi convencidos de poder repetir la hazaña de la temporada pasada ante el campeón de Europa.
26 de agosto de 2018