No es casualidad que el mejor de los chilenos fuese Justo Villar. El guardameta salvó hasta tres goles cantados en la primera mitad, con un Colo Colo conformista tras el 1-0.
El tanto llegó de forma desafortunada para los visitantes, que vieron cómo Emerson Silva se equivocaba de dirección en un despeje. Era el minuto tres, quizá demasiado pronto para los locales.
A partir de ahí, Colo Colo se dedicó a guardar un premio que terminaría en manos ajenas a diez minutos del final, momento en el que el Monumental David Arrellano se quedó totalmente helado.
Villar volvió a dejar una parada antológico en un pase de la muerte, pero el rechace sería precisamente la defunción de las esperanzas locales. Rodrigo Pimpao aprovechó la oportunidad y dio el pase a los brasileños.