El Feyenoord se coronó como nuevo campeón de la Supercopa de Holanda. En una final intensa y disputadísima ante el Vitesse, los actuales campeones de la Eredivisie fueron más contundentes en los penaltis tras concluir el encuentro con empate a uno. El guardameta Brad Jones se erigió como héroe.
Pronto, en el minuto 7, el Feyenoord ponía tierra de por medio gracias a un gol de Toornstra, que le puso la guinda a un mejor inicio de su equipo. De hecho, durante buena parte de la primera mitad fueron claros dominadores, pero ni Jörgensen ni Vilhena supieron batir de nuevo la meta del Vitesse.
Eso dio vida a los de Henk Fraser, que en el 58 se aprovechaba de un infantil penalti cometido por el Feyenoord. Buttner aprovechó el regalo y colocó el 1-1. Las aguas se calmaron y ambos equipos prefirieron guardar la ropa y esperar el desenlace en los penaltis.
Y en la suerte de los once metros, Brad Jones se encargó de poner el candado a su portería. El Vitesse sólo pudo anotar dos de los cuatro que lanzó, mientras que el Feyenoord acertó con todos sus golpeos y celebró junto a su público un nuevo título en un 2017 para el recuerdo.