"Somos un equipo que ha tenido un poco de mala suerte y ha perdido un poco la confianza. Cuando me junté con el grupo les dije: 'Muchachos, ustedes saben cómo jugar al fútbol, los he visto'", explicó el nuevo preparador.
Bradley no escondió su felicidad por su llegada al Liberty Stadium: "Sé que es un club con alma, que tiene una gran pasión y verdaderos aficionados. Esto es algo especial para mí, así como estar en la Premier League".
No quiso dar demasiada importancia al dato de ser el primer entrenador de Estados Unidos en dirigir a un equipo de la Premier. "No soy un entrenador americano, soy un entrenador de fútbol. No debe haber en Swansea persona menos interesada que yo en América", admitió.