Brahim Díaz y Vinicius son las dos grandes promesas del Real Madrid. El malagueño tiene 19 años, uno más que su compañero brasileño. Sin embargo, es el ex de Flamengo el que disfruta de minutos y de titularidad.
Los dos han generado grandes expectativas a su alrededor y, poco a poco, van demostrando que pueden convertirse en realidad. Vinicius ya está asentado en la primera plantilla y ahora es el turno de Brahim.
El ex 'citizen' llegó medio año más tarde que el brasileño, por lo que su periodo de adaptación aún no se ha completado. Al de Sao Gonçalo le sucedió lo mismo tras su aterrizaje.
Lopetegui le 'condenó' al Castilla para que se curtiera en el fútbol europeo. En cambio, con Solari ya en el banquillo, Brahim llegó y besó el santo. Disfrutó de tiempo de juego en la primera semana tras su llegada.
En siete días sumó 25 minutos, más que Vinicius en sus dos primeros meses con el primer equipo (sin contar el Castilla). Más allá de aquellos testimoniales minutos coperos ante el Leganés, Brahim desapareció del mapa.
Tras el encuentro ante los 'pepineros', estuvo viendo al equipo dos veces más desde el banquillo. Luego se pasó seis partidos sin entrar en la convocatoria. Ahora puede ser su momento, igual que la Copa ante el Melilla fue el de Vinicius.
El Real Madrid necesita dosificarse tras los partidos ante Barcelona, Atlético y Ajax. Solari podría hacer rotaciones y llevar en la lista a Brahim. Si el encuentro ante el Girona se encarrila pronto, sería un buen momento para demostrar su calidad y ganarse un puesto habitual en las convocatorias.