Con un tímido pero suficiente 0-1 se marcharon los béticos a Sevilla con los tres puntos bajo el brazo, después de una primera mitad en Balaídos que sólo tuvo un color: el verdiblanco.
Pese a que el partido bien pudo haber terminado con varios chicharros en el luminoso de Vigo, las intervenciones de los guardametas y la falta de acierto de los atacantes llevaron el encuentro con el marcador ajustado hasta el pitido final del partido.
La primera parte pasó con las claras ocasiones visitantes y varias manos salvadoras de un Adán que, pese a que tuvo que ejercitarse poco, cuando lo hizo, dejó nota de su calidad y gran estado de forma.
Ya en la segunda mitad, el Betis perdió algo de protagonismo, también porque el Celta comenzó a presionar en el área rival, pero sin éxito en sus intentos.
Brasanac, un gol con el alma
La fortuna llegó a los sevillanos en el minuto 54 de partido, gracias al tanto de Brasanac, que se tiró con todo para cabecear, casi con el alma, un perfecto balón válido para romper la igualdad del luminoso local.
Los minutos restantes pasaron sin muchas sorpresas en ambos áreas, con tímidas ocasiones para cada equipo, pero sin suerte ni puntería en los remates.
Finalmente, el tanto de Brasanac sirve para que los verdiblancos se lleven los tres puntos a casa y dejen más que segura la salvación. El Celta, por su parte, se tendrá que conformar con la permanencia, dejando escapar unos puestos europeos que se antojan más que complicados con tan sólo 44 puntos bajo el brazo.