A pesar de que Brasil no ha sido uno de los países que hasta ahora más ha sufrido el efecto del coronavirus, hay un respeto máximo a la enfermedad. Se trata de un país con una enorme población, en el que cualquier paso en falso puede se decisivo.
El fútbol, el deporte por excelencia del país, no quiere quedarse atrás en la lucha contra el coronavirus y se ha tomado una decisión estupenda.
El importe de todas las sanciones y multas económicas que jugadores, técnicos y dirigentes tengan que abonar irá destinado a la lucha contra el COVID-19.
Y si bien la competición aún está parada, el Tribunal Superior de Justicia Deportiva de Brasil todavía tiene más de 70 casos pendientes de juzgar.