El Brighton le metió el miedo en el cuerpo al Manchester United. Fue durante apenas tres minutos, pero el equipo de Solskjaer tuvo que remar a contracorriente después de que los locales se adelantaran.
Fue a los 40 minutos de partido, en un penalti inocente de Bruno Fernandes. El joven Lamptey se coló en el área y el portugués le metió cuerpo con la pierna por delante, por lo que derribó al rival y el colegiado señaló el punto fatídico.
Ni el árbitro dudó, ni el VAR intervino, ni Neil Maupay tuvo el más mínimo atisbo de nervios. Con una sangre fría tremenda, el delantero del Brighton batió a David de Gea con un disparo de 'Panenka' perfecto.
Se adelantaba así el Brighton, pero el Manchester United reaccionó muy poco después en un saque de esquina colgado por Bruno Fernandes que cabeceó en el segundo palo el capitán Harry Maguire.