Con 1-1 en el marcador, el Milan apuraba sus opciones y apretaba al Arsenal en busca del gol que le metiera definitivamente en la eliminatoria. Fue entonces cuando apareció Xhaka para probar suerte desde lejos. Y Donnarumma le echó una mano.
Tras un disparo fuerte pero centrado, Donnarumma se lanzó con la intención de despejar el balón a un costado. Pero lo hizo mal y el esférico le terminó sobrepasando por un costado para acabar besando el fondo de las mallas.
15 de marzo de 2018