Los de Escribá dominaron en los primeros compases gracias a su poblado mediocentro. N'Diaye aportaba superioridad y el balón era, casi siempre, amarillo. De hecho, el centrocampista fue el primero en gozar de una ocasión al rematar con la cabeza un balón servido al área desde la esquina izquierda, pero Nita Florin lo atrapó sin problemas.
Eso sí, el portero del conjunto rumano no pudo hacer nada unos minutos más tarde cuando Santos Borré, tras una pugna con Tosca, se hizo con el balón dentro del área del Steaua y batió por debajo de las piernas al cancerbero. Un tanto que, más que motivar al Villarreal, les hizo acomodarse.
El conjunto de Escribá se relajó tanto que el gol del Steaua no tardó en llegar. Poco antes del descanso, dos errores defensivos condenaron a los castellonenses. Primeramente, la defensa amarilla dejó a los locales sacar un córner en corto. Instantáneamente, Andrés falló de manera garrafal al no atrapar un balón templado y Muniru no perdonó.
La segunda mitad siguió más o menos la misma tónica. El Villarreal lo intentaba por las bandas pero nunca terminaba de poner en peligro real a los locales, que tuvieron el tanto del desempate en un misilazo que William estrelló contra el larguero.
El choque fue agonizando entre posesiones sin fundamentos y ataques demasiado tímidos. Sólo Samu Castillejo, que salió en el último tramo, le puso algo de sal al ataque amarillo, pero le faltó tiempo. El reparto de puntos fue justo.