Buenacasa ya ve la luz al final del túnel

El jugador cedido por el RCD Mallorca, que fue utilizado durante toda la pretemporada, resultó lesionado en el encuentro ante el Deportivo (1-0) y, aunque inicialmente el periodo de recuperación se estimó en dos o tres semanas, finalmente recayó de su lesión en el isquiotibial derecho, lo que retrasó su reincorporación.

Buenacasa deja todo "en manos del cuerpo técnico, porque la recuperación se ha completado y en esta segunda parte han desaparecido completamente las molestias, después de haber empezado prácticamente de cero, por lo que ya es cuestión de adquirir el ritmo necesario e ir incorporándose poco a poco".

El delantero zaragozano de 23 años vio interrumpida su progresión la pasada temporada, al sufrir una lesión a comienzos de este año cuando militaba en las filas del RCD Mallorca, diagnosticándose la "desinserción proximal del aductor largo", lo que le mantuvo varios meses alejado de la actividad.

"Fue difícil volver a pasar por una lesión, porque esta temporada estaba planteada como para resetearme y empezar a volver a sentirme jugador, cuando además el cuerpo técnico me había trasladado una confianza total en la pretemporada", afirma.

Buenacasa prefiere no encasillarse en ninguna posición determinada aunque cree que Jon Pérez Bolo le identifica "sobre todo como delantero, en una labor similar a la que pudo ver en el Baracaldo".

El jugador cedido por el conjunto bermellón reconoce la dificultad que entrañará hacerse un hueco en la delantera ponferradina "porque todos están rindiendo a un gran nivel, Yuri es incombustible, Kaxe se pega con todas las defensas y está viendo puerta, lo mismo que Asier, pese a disponer de menos minutos".

Pese a todo, considera que "la liga en Segunda es muy larga y hay tiempo más que suficiente para que se pueda sacar la mejor versión".

Sobre la trayectoria del equipo, alejado de los puestos de descenso, Buenacasa se mostró convencido que "pese a ser una liga muy competida y los favoritos no se decantarán al menos hasta el mes de mayo, hay que confiar a muerte en el equipo y, cuando venga malas rachas, que seguro que aparecerán, demostrar que el grupo sabe sufrir y superar las adversidades".

En este sentido, el jugador maño ha recomendado "no dejarse llevar por la locura cuando las cosas salgan bien ni por la decepción cuando se tuerzan".