No tuvo un buen debut Gianluigi Buffon como portero del PSG. El modesto Chambly, un equipo del Championnat National francés (el tercer nivel del fútbol galo), le metió cuatro goles.
Tenía ganas el veterano portero italiano de reivindicarse, y necesitó doce minutos y unos pocos segundos para hacerlo, nada menos que ante el Bayern.
Atacaban los bávaros y le sirvieron al joven Oliver Batista-Meier un balón desde su derecha. De primeras, sin pensárselo, remató. No le pegó demasiado bien, pero en ocasiones esos disparos defectuosos son los más complicados para los porteros.
En este caso, el tiro se envenenó. Cogió rosca y ésta se agravó con el bote en el césped. Buffon se dejó caer, estiró su brazo derecho y metió una mano providencial para evitar el primer tanto del partido.
Sin duda se sacó la espina de la goleada del Chambly, y demostró a los hinchas parisinos que, pese a tener 40 años, 'Gigi' sigue estando en plena forma.
No firmó un mal partido, con alguna que otra mano de mérito, pero terminó siendo sustituido tras encajar el gol del empate, obra de Javi Martínez a saque de esquina.
Buffon completó su primer partido de nivel con el PSG y se fue al banquillo con una sonrisa, satisfecho por su actuación. Entró en su lugar el joven Rémy Descamps, y sólo tardó dos minutos en encajar el 2-1, obra de Renato Sanches.