Fue un partido muy igualado, en el que ambos equipos contaron con varias ocasiones. En la primera parte no anotaron ningún gol, ya que ambos equipos mostraron un gran respeto el uno al otro.
Apenas comenzó la segunda parte, Wood puso por delante a Estados Unidos, despertando a su rival. Irlanda, entonces, movió ficha para darle otra cara al amistoso y llevarlo hasta su terreno.
Burke y Judge fueron los encargados de darle la vuelta al resultado. El segundo marcó el tanto de la victoria en el último minuto del encuentro, lo que demuestra la igualdad durante los 90 minutos
Fue un partido con muchas ocasiones, que parecía cualquier cosa menos un amistoso. Al final, Irlanda salió victoriosa ante Estados Unidos, que en muchas ocasiones se estrelló con un auténtico muro.