Así lo asegura 'El Periódico de Aragón' en su edición de hoy. Hubieran sido dos millones que habrían sentado fenomenal a las arcas del Zaragoza, pero el propio jugador fue quien desestimó la oferta y prefirió seguir en el club.
El Fulham, del Championship, la segunda inglesa, se ofreció a pagar al cláusula de rescisión del jugador de forma íntegra, con lo que hubiera bastado con que Cabrera diera su visto bueno, algo que finalmente no ocurrió.