Pizarro, que cumple su primera temporada en el Sevilla, atendió a BeinSport sobre el terreno de juego del Sánchez Pizjuán y reconoció que en el descanso el entrenador, su compatriota Eduardo Berizzo, les dijo que era una "vergüenza" lo que había pasado en los primeros 45 minutos y que "si no se puede jugar bien, hay que correr y meter".
El centrocampista añadió que en la segunda parte sacaron "el orgullo y se pudo empatar", lo que supuso "una alegría" para pensar "en el último partido y pasar" a los octavos de la Liga de Campeones.