El Zaragoza se salvó en la última jornada del descenso ganando en casa del Levante, un 21 de mayo de 2011. Nada extraño entonces. Era fin de temporada, el Zaragoza se jugaba la vida y el Levante estaba salvado. La lógica dictaba que ganaría el conjunto visitante.
El Dépor, el damnificado por ese triunfo zaragocista, siempre vio algo raro. Cuando Javier Tebas denunció en 2013 el supuesto amaño, gracias al testimonio de Lendoiro y algún ex jugador de los equipos bajo sospecha, se inició la investigación que desembocará en el primer juicio por amaños del fútbol profesional español.
Amaños ha habido siempre, y siempre habrá. El ser humano es mentiroso y tramposo por naturaleza, pero nunca hasta entonces se había destapado uno en la élite del fútbol español.
El caso estuvo a punto de cerrarse, pero la Audiencia de Valencia ordenó su reapertura. "Si una trama así no llegaba a juicio era casi mejor retirar el amaño deportivo del Código Penal. Difícilmente se dará un caso más claro sin mediar una confesión", afirmaron fuentes de la Fiscalía al diario 'MARCA'.
Por un momento pareció que los implicados se librarían, pero ahora mismo parece difícil que vaya a ser así. La Fiscalía ha anunciado las penas que pedirá para todos y cada uno de los encausados, 36 futbolistas de ambas plantillas, ya que considera que todos son culpables en igual medida, estuvieran más o menos implicados en el supuesto amaño.
Y éstas penas serán de dos años de prisión y seis de inhabilitación de todo lo relacionado con el mundo del fútbol, en cualquier país, en cualquier categoría, a cualquier nivel, ni como jugadores, ni como entrenadores, directores deportivos...
Jugadores como Ander Herrera, una de las figuras del Manchester United, Gabi, capitán del Atlético de Madrid, Vicente Iborra, en el Leicester, o Ponzio, en River Plate, se enfrentan a esta dura pena que acabaría con muchas de sus carreras.
Otros ya están retirados, como Ballesteros, Munúa o Juanfran García. El entrenador entonces del Zaragoza, el mexicano Javier Aguirre, también está, según la Fiscalía, 'metido en el ajo', y para él se pide también esa pena.
Con esa premisa todos los imputados, las dos plantillas prácticamente al completo, se presentarán en un juicio cuyo inicio se presume inmediato.
Difícilmente entrarán en prisión, porque en España es raro que se ejecuten las penas de cárcel menores o iguales a dos años, aunque ha habido excepciones. El que peor lo tiene de éstos, sin embargo, es el mexicano Aguirre.
Porque el 'Vasco' también está bajo sospecha en otro encuentro investigado por amaños, un Espanyol-Osasuna de la 2013-14 que certificaba la salvación de los 'pericos', dirigidos por el técnico azteca, en la penúltima jornada tras empatar a un gol. Si se probase este otro amaño, Aguirre no tendría forma de esquivar el presidio.
Pero sin duda alguna, quien estaría aún en más apuros que Aguirre sería el ya ex presidente del Zaragoza, Agapito Iglesias, así como varios miembros de su directiva, como Checa y Porquera, este último aún en el club.
A ellos se les atribuye un delito de falsedad documental por la gestión de los famosos 965.000 euros que la Fiscalía asegura que se repartieron entre la plantilla del Levante haciéndose pasar primero por primas a sus propios jugadores y más tarde como dinero para el desplazamiento de los aficionados al Ciutat de València.
Si se confirmase su culpabilidad, la inhabilitación no se limitaría al ámbito del fútbol de clubes, privado. Supondría quedar exentos de las convocatorias internacionales, algo que a Munúa difícilmente importará, pero que podría dejar a Ander Herrera sin Mundial.