"No es cabreo, es decepción. Creo que hemos reforzado al equipo en la medida que hemos podido y que en otros partidos hemos demostrado de lo que somos capaces cuando ponemos garra y empuje. Eso es lo que les pido", aseguró Suárez en esta entrevista.
El presidente dijo tras el partido que el Valladolid corrió menos que en un entrenamiento de recuperación física. Hoy ha querido matizar sus palabras, asegurando que no iban dirigidas a su entrenador, Miguel Ángel Portugal.
"Es una reflexión que ya les había hecho yo antes a los jugadores en el vestuario. Todo viene por la falta de intensidad que ya se había visto en un entrenamiento de la semana y que ya el míster les había comentado a los futbolistas. No es ningún dardo hacia el entrenador. Yo no tengo que mandar mensajes subliminales a nadie. Salí muy enfadado el sábado porque tenía mucha ilusión en ese partido pero creo que el equipo se relajó ante un rival al que tenían que haber superado dadas las condiciones en las que llegaba a Valladolid. Somos un equipo competitivo y todos los que han venido aquí saben cual es el gran objetivo que tenemos en la presente temporada", explicó Suárez.
De hecho, quiso mostrar su apoyo a Portugal, pese a que el técnico no compartió con él su punto de vista sobre el partido. "La ventaja de esto es que cada uno tiene su opinión. Yo he dado la mía. Creo que tenemos una muy buena plantilla y bien reforzada y siempre diré lo que pienso. Me parece que después de quince años en el club, tengo derecho. No hay que hacer una tragedia de esto. No hay ninguna crisis. Se trata de salir a tope en cada partido. Yo el sábado no lo vi así. Todos nos equivocamos, pero lo que tenemos que hacer es poner todas las ganas posibles en cada cosa que hagamos. Estamos contentos con nuestro entrenador", dijo el presidente del Pucela para finalizar.