Entrenador nuevo, victoria segura. Eso dice la fábrica de tópicos que es el fútbol. Lo que sí parece norma es lo acostumbrado a ganar que está el Atlético de Simeone. El Calderón festejó el día de las peñas con una victoria más que convincente.
Un triunfo colchonero regado por los goles del ciclón que es Carrasco, que añadió a su 'hat trick' dos asistencias de gol. El belga apareció para resolver con su pegada el único momento de duda que tuvo el Atleti, que fue inmediatamente después del golazo de Cuenca.
Porque al Atlético, que nada más arrancar el encuentro tomó la iniciativa y movió la pelota de un lado a otro con suficiencia, le pilló con el paso cambiado el gol del ex del Barça. Cuenca se sacó de la chistera un golazo: control orientado y, sin dejarlo caer, misil a la escuadra de Oblak.
El gol no cambió el escenario, aunque el Atlético no contempló ver al Granada por delante. Tardó varios minutos en reaccionar. Quien reactivó al conjunto colchonero fue Carrasco, quien irrumpió en el área para mandar a gol una jugada embarullada en el área nazarí.
Atleti desencadenado
A partir de ahí, el Granada fue un muñeco en manos de un Atleti con ganas de jugar y divertirse. El extremo belga hizo el segundo poco antes del descanso y terminó de extinguir cualquier esperanza visitante. Ochoa no pudo salvar su disparo desde el pico del área.
El Atlético fue un huracán en la segunda parte. Griezmann, que regaló su protagonismo habitual, se fabricó una jugada por la derecha y asistió a Carrasco para hacer el 3-1. Primer triplete con la camiseta del Atlético.
Gaitán, Correa y Tiago ponen la guinda
El Granada sacó la bandera blanca, pero el Atlético quiso más. Gaitán hizo el cuarto de forma acrobática tras una sucesión de despejes e hizo el quinto de disparo seco tras asistencia... de Carrasco.
El sexto fue obra de Correa. El argentino le robó la cartera a Vezo y definió con clase desde la frontal. El candado al marcador se lo puso Tiago. Carrasco buscó el cuarto en su cuenta particular. Finalmente acabó regalando el gol al portugués. 7-1 y el Calderón sigue soñando. Alcaraz, mientras tanto, tiene faena en Granada.