No habían transcurrido 45 segundos de partido, cuando Yannick Carrasco recibió la asistencia de Li Shuai, controló el balón, se giró y fusiló al guardameta del Shanghai Shenhua con un disparo potente.
Más allá de que Morelo e Ighalo le dieran la vuelta al tempranero gol del Dailian Yifang, el atacante belga provocó cierta nostalgia en la parroquia del Wanda Metropolitano, donde esta temporada no están acertados de cara a portería.
En plena metamorfósis por la vorágine de cambios en verano, Diego Pablo Simeone continúa buscando la fórmula para reajustar la ofensiva rojiblanca que, al menos este fin de semana, echó de menos esa maniobra de Yannick Carrasco.