Que a un futbolista le pille el parón de su Liga por la crisis del coronavirus es lo normal; que le hayan pillado ya dos, no tanto. Es lo que le ha pasado a Carrasco. Cuando militaba en el Dalian Yifang, el campeonato nacional chino se suspendió y de ahí que se fuera al Atleti. 40 días después, ocurrió lo mismo en España.
La medida se tomó antes en el país asiático porque la pandemia estalló allí. De hecho, Wuhan fue el primer foco del brote. Debido a la rápida expansión del virus, que arribó a la Península Ibérica en una semanas, la Primera División también tuvo que dejarse en el aire.
A Carrasco solo le ha dado tiempo a jugar cinco partidos desde que volvió a calzarse la elástica rojiblanca. Es de esos futbolistas que tienen un problema de cara a la reanudación de las ligas. La UEFA quiere que se jueguen en verano y, entonces, es justo cuando su préstamo termina.
Esta situación implicará que o bien el Atleti llega a un acuerdo con el Dalian Yifang para alargar su acuerdo o el belga tendrá que estar de vuelta en China. Esto no le vendría nada bien al Cholo Simeone, que perdería a un efectivo que ya ha usado varias veces para la recta final de curso.