El Leganés de Pellegrino todavía es un equipo en construcción. La idea de juego no está del todo clara y la clave la tienen sus dos delanteros más habituales: Carrillo y En-Nesyri.
Los centros suelen ser la tónica de un partido 'pepinero' si el delantero argentino está sobre el campo. Su gran remate de cabeza hace que el técnico apueste por surtirle de balones al área.
Con el marroquí es muy diferente. Cuando juega el ex del Málaga la fórmula elegida son los balones al espacio para aprovechar su velocidad y su potencia. Se busca cogerle la espalda a la defensa rival.
Pero Pellegrino también tiene un 'plan B'. Este consiste en jugar con dos delanteros. En esta opción es donde gana enteros Michael Santos, quien hace un trabajo más oscuro para liberar a jugadores como El Zhar o Rolan.