El centrocampista brasileño lleva años con rol de indiscutible en la plantilla blanca. Fue fundamental en la conquista de las tres últimas Champions y ese peso en el sistema de juego hizo de él un jugador, siguiendo el lenguaje figurado, insustituible.
Nadie fue capaz en cuatro años de aportar lo que él deja cada partido sobre el terreno de juego. Casemiro actúa como mediocentro puro y da tanta solidez como claridad a la hora de subir el balón. El Madrid no encontró a nadie como él y es de los pocos que pueden presumir de tener un puesto asegurado.
Quedó claro en el choque ante el Levante. Fue titular pese al cansancio que arrastraba por el parón internacional, dejó el terreno de juego en el minuto 60 tras marcar el tercer tanto blanco y el Madrid pasó de dominante a dominado, incluso llegando a temer por la igualada tras ponerse 3-0 por delante antes del descanso.
La preocupación en Madrid es que Casemiro ha pasado de ser insustituible de manera figurada a literal. Actualmente, el equipo blanco no tiene a ningún mediocentro puro con el que Zidane pueda dar descanso a Casemiro. Todas las variantes posibles para sustituir al brasileño no dejan de ser más que parches.
Por un lado está la opción de Kroos, aunque el alemán no termina de sentirse cómodo en la posición de Casemiro. Fede Valverde también fue probado en dicho lugar y tampoco cuajó. El único jugador que sí podía sustituir a Casemiro era Marcos Llorente, pero su salida veraniega deja al Madrid sin opciones de verdaderas garantías.