La prueba es aleatoria, y no se sabe quién la pasará hasta la recta final del partido. Esta vez le tocó a Casemino. No fue el único, pero sí de quien se ha tenido noticia.
Y no porque haya dado positivo, que ni se tiene constancia, ni se tendría hasta dentro de unos cuantos días. La razón es otra.
Casemiro ha perdido el vuelo porque, por alguna razón que no ha trascendido, ha tardado más, mucho más de lo normal en realizar el control antidopaje.
El vuelo de vuelta del Madrid se retrasó en la medida de lo posible, esperando por el brasileño, pero las autoridades aeroportuarias advirtieron a la tripulación de que se aproximaba la hora límite.
Porque el aeropuerto de Múnich no funciona 24 horas, y a partir de cierta hora no puede despegar ni aterrizar (salvo emergencias) nadie.
El Real Madrid despegó, por tanto, sin él. Y ya mañana que Casemiro vuelva como buenamente pueda. O sea, con vuelo pagado en primera por el Madrid en el primer avión que salga hacia Barajas.