Emre Mor está muy lejos de lo que apuntaba ser cuando jugaba en el Borussia Dortmund. Esos destellos han quedado en un ostracismo del que ahora es difícil salir. Ni LaLiga, ni Turquía ni la Liga Griega.
En verano abandonó el Celta en modo de cesión para incorporarse a la disciplina del Galatasaray. Con los turcos jugó 17 partidos, pero solo cinco de ellos como titular.
De más a menos, Mor ha disputado solo 249 minutos en los últimos cuatro meses. Algo que llevó al cuadro otomano a estimar finalizar la cesión. El Celta llegó a un acuerdo con el Olympiacos para que este préstamo continuara en Atenas.
Pero con la escuadra helena, después de un mes, ni siquiera ha debutado. A sus 22 años, ha entrado en una espiral peligrosa de falta de continuidad.