Primero fue el turno del Sheriff-Shkëndija 79, el partido al que se llegaba con un resultado más justo. Aquí sí podía pasar cualquier cosa, ya que el Shkendija 79 macedonio ganó en la ida en casa gracias a un solitario gol de Ibraimi.
La ventaja era corta, pero aún así le sirvió a este equipo que sueña con entrar en la máxima competición continental y que, gracias al empate sin goles de la vuelta en casa del Sheriff, está más cerca de conseguirlo. Fue un partido con pocas ocasiones pero mucha intensidad... y dejó ocho tarjetas amarillas (cuatro en cada bando).
Al mismo tiempo comenzó el Hapoel Be'er Sheva-Dinamo de Zagreb. Este partido se planteaba básicamente como la ocasión de que el equipo israelí pudiera limpiar su orgullo tras un resultado fatídico en el partido de ida (5-0 en Croacia).
Pero ni eso pudieron hacer ante el cuadro balcánico. El partido acabó con 2-2 y, aunque los israelís se adelantaron e incluso dieron esperanzas a los suyos con dos goles en la primera mitad, al Dinamo le bastaron 9 minutos de la segunda parte para, con dos goles, matar la ilusión israelí.
Por último, el partido más llamativo lo disputaron el Spartak Trnava y el Legia de Varsovia. El conjunto polaco dio la sorpresa negativa en la ida al caer por 0-2 en casa, pero tiraron de valor y casta para tratar de conseguir un milagro que rozaron con los dedos.
Los polacos lograron la victoria por la mínima en Eslovaquia, quedándose a un gol de empatar la eliminatoria... pero lo hicieron acabando con nueve jugadores sobre el campo. Vesovic fue expulsado en el 37', con 0-0, Astiz marcó en el 63' y Antolic se marchó a la calle en el 85'.