El 'caso Casilla' ha saltado a la palestra del fútbol inglés con mucha potencia por ser uno de supuesto racismo y la FA se ha protegido de la polémica sacando a la luz todas sus conclusiones. En un documento público de 62 páginas, se relata todo lo que ocurrió en el proceso.
En el partido entre el Charlton Athletic y el Leeds United de la jornada 9 del Championship fue cuando ocurrió el incidente. En un saque de esquina, Casilla profirió, supuestamente, insultos racistas a Jonathan Leko. Le llamó, según dicta el escrito, "you f*cking n*gger" ("p*to negro").
La clave de esta controversia es la palabra "n*gger". Se trata de un malsonante usado en inglés para insultar a las personas de color; de hecho, en algunas películas se suele traducir como "negrata". En los interrogatorios realizados por la FA para esclarecer el asunto, Casilla aseguró que desconoce esa palabra, que nunca la ha escuchado y que no sabe qué significa.
El problema es que la FA no le cree. Cuando Leko se quejó de este insulto, Macauley Bonne, un compañero de equipo, le afirmó al colegiado que sí, que le llamó "you f*cking n*gger". La evidencia de ello está en la tarjeta amarilla del árbitro, en la que este anotó "Leko keeper n*gger" ("Leko portero negro") para acordarse y luego pasarlo al acta.
Esta nota es clave para la FA, que, a pesar de que Casilla insistió en que no conoce esa palabra, no le creyó. ¿Los motivos? Que la organización entiende que es imposible que dos personas (Bonne y Leko) escucharan tan nítidamente un término tan preciso.
Además, la FA desconfía de que Casilla desconozca el término. Tal y como describen en su escrito, debido al tiempo que lleva viviendo en Inglaterra y a, en general, todo lo que ha escuchado a lo largo de su vida tanto en canciones como en películas, el guardameta debería conocer de sobra la palabra. ¿La consecuencia? Que el castigo queda inamovible.