El conjunto visitante comenzó la jugada en la banda izquierda. Un jugador controló un esférico dentro del área y decidió centrar al segundo palo. Allí se encontraba un atacante que remató a placer.
Casillas salió a tapar al delantero, aunque le dejó un espacio que fue determinante. Con un sutil toque con la puntera hacia un lado, el rival se valió para batir a un guardameta que se mostró enfadado tras el gol.