Católica amarra la plaza de Sudamericana pese a perder

Universidad Católica de Chile sumó una nueva decepción esta temporada y se despidió de la Copa Libertadores con otra derrota, esta frente a un Talleres de Córdoba al que le bastó el orden y un espectacular gol de Matías Esquivel para llevarse los puntos del fortín en San Carlos.

La noche podría haber sido incluso mas trágica para los chilenos si no hubiera sido por el equipo brasileño Flamengo, que como era de esperar derrotó a Sporting Cristal y evitó así que los peruanos le arrebataran a los cruzados el tercer puesto del grupo, que le permitió a Católica clasificarse para los octavos de la Copa Sudamericana.

El partido en un frío y desangelado San Carlos de Apoquindo apenas tuvo historia. Talleres, mejor posicionado en el campo, apretó y acumuló ocasiones desde el primer minuto, pero el meta Sebastian Pérez sostuvo a su equipo, más pendiente del marcador en Brasil que de lo que ocurría sobre el césped.

Y fue precisamente un antiguo jugador cruzado, formado en las categorías inferiores, el que a la media hora le llevó la tranquilidad al cuadro que ahora dirige Ariel Holan.

Mauricio Isla, internacional chileno en las filas de Flamengo, abrió el marcador en el Maracaná y allanó así el camino para una Universidad Católica en la que apenas se percibe mejoría tras el cambio de entrenador.

Solo el 'Toro' Zampedri, que acumuló un puñado de buenas ocasiones y se movió con sentido en el frente de ataque, parece un jugador de primer nivel en una plantilla que hace apenas seis meses levantó cuatro títulos.

Con esta tónica, las buenas noticias para los aficionados de la franja solo procedían del lejano. Brasil. Allí Pedro amplió la ventaja para los locales y enjugaba así el golpe que supuso el gol de Esquivel, quien aprovechó un rebote en la media luna del área para conectar una volea cruzada que se coló por el palo izquierdo de la portería defendida hasta entonces con mucho éxito por Pérez.

De ahí hasta el final, ambos equipos intercambiaron algunas ocasiones, Católica bien dirigida por Gonzalo Tapia, uno de los mejores sobre la cancha, y los argentinos dando espacio a jugadores desde la banca como Angelo Martino y Santiago Toloza, que se quedaron muy cerca de anotar.