La entidad 'azulona' casi no regó el césped el mismo día del partido con la intención de que el balón se deslizara menos, algo que suele perjudicar al juego del Barcelona.
Además, el césped se pudo ver también bastante alto, lo que se sumó a la sequedad con tal de desactivar a Messi y compañía.
No obstante, y aunque esta estrategia ha sido duramente criticada por jugadores azulgranas durante años, la decisión de no regar el césped el día de partido y de tenerlo al límite de longitud permitido no es ilegal.