Chakvetadze, el talento que enamora a media Europa

"Es un talento de nivel mundial", respondió el eslovaco Vladímir Weiss, actual seleccionador georgiano, preguntado por las muchas novias que le han salido al jugador.

Chakvetadze, que cumplió 19 años a finales de agosto, ya había dado muestras de su clase cuando recaló en el fútbol belga, pero el salto lo ha dado en la Liga de las Naciones con la selección nacional.

En seis partidos marcó cuatro goles, uno de bellísima factura ante Kazajistán, y dio dos pases de gol, rendimiento que tuvo mucho que ver en que Georgia liderara su grupo de la división D que también incluía a Letonia y Andorra con cinco victorias y un empate.

Chakvetadze, que marcó en su debut internacional el pasado año en un amistoso ante Lituania, se ha metido en el bolsillo a la afición georgiana, que anda muy necesitada de estrellas, con su potentes arrancadas y su endiablado regate.

De hecho, Georgia, que nunca ha disputado un torneo de nacionales de fútbol desde su independencia de la URSS, espera clasificarse ahora para la Eurocopa, para lo que tendrá que ganar las semifinales y la final de su división.

Precisamente, según la prensa local, ojeadores blaugranas se acercaron a Andorra para ver al jugador y éste no decepcionó, ya que marcó el único gol de su equipo y se mostró muy activo todo el encuentro.

Debutó en el histórico Dinamo Tiflis con 17 años y, aunque la primera temporada en el Gante apenas jugó, ahora lleva ya cuatro goles en un equipo que es ahora sexto en la clasificación de la liga belga.

Se trata de un centrocampista que puede jugar de segundo delantero, aunque su fuerte es sorprender a la defensa rival con su velocidad con el balón pegado a los pies, a lo que se suma su corpulencia y que tiene 1,83 metros de estatura.

Además de su calidad técnica, también estimula su contratación el hecho de que no es conflictivo y esté concentrado al ciento por ciento en el fútbol, según su madre.

"Es muy tímido. Le da vergüenza hablar de sí mismo con la prensa. Siempre está entrenando. No tiene tiempo libre y tampoco tiene novia. En su vida sólo hay espacio para el fútbol", comentó Mtvarisa Rujadze, economista de profesión, a la prensa local.

Gueorgui era muy aficionado a las matemáticas de niño, pero después se aficionó al fútbol, deporte que practica desde que accedió a la academia del Dinamo con seis años.