El Mallorca no termina de salir de los puestos de descenso. Lleva sin conocer la victoria desde finales de octubre, y sólo ha marcado más de un gol en un único partido esta temporada. Ése es el Mallorca de Ferrer.
El presidente está preocupado, y con razón. No ve resultados pese al buen juego, y su entrenador empieza a perder la credibilidad que le dio junto a Nadal, el director deportivo, la semanas pasada, conscientes de lo fácil que sería perder ante el Alavés.
La visita del Albacete puede ser definitiva. Otro tropiezo, y ya no habría modo de salvar a Ferrer. Claassen quiere reforzar al equipo en enero, y para ello hay una ampliación de capital en camino, pero el dinero debe llegar acompañado de mejores sensaciones sobre el terreno de juego.