Fue el 7 de febrero, el día de la ida de semifinales de Copa del Rey, cuando un jugadón del futbolista ruso en el minuto 70 abrió el camino de los valencianistas a la final.
Poco después, en el minuto 92, el ex sevillista Kevin Gameiro colocaría el 2-2 en el marcador para marcharse a Mestalla con ventaja. Ya en la capital del Turia, el Betis fue incapaz de darle la vuelta a la eliminatoria.
Meses después, Cheryshev volverá al Benito Villamarín en muletas para acompañar a sus compañeros en el decisivo duelo ante el Barcelona.
El atacante -propiedad del Villarreal- no quiso perderse el choque y aterrizó en Jerez acompañado por el resto de convocados y el cuerpo técnico. El ruso se ejercitará solo de sus problemas en la rodilla, lejos aún de poder volver al césped.